Reprimir emociones podría aumentar hasta 70% el riesgo de cáncer
Publicado el: 05 de Marzo de 2019Agotamiento de la adrenalina. Liberada por las glándulas suprarrenales, la adrenalina es una hormona que ayuda a regular el estrés. Sin embargo, el estrés mental crónico resultante de la ira que se suprime (más el impacto de la reducción de la melatonina) agota aún más la adrenalina, y esto puede provocar la mutación de las células.
Formación de hongos cancerígenos. Los somáticos, que son organismos muy pequeños dentro de todos nosotros, se transforman en organismos similares a los hongos. Se introducen en el núcleo de las células, liberan toxinas y dañan el ADN, además de evitar que los genes supresores de tumores entren en acción.
Deficiencia en niacina. ¿Recuerdas en la fase donde la adrenalina se agota? Bueno, el cuerpo lo compensa al producir más dopamina. Esto puede ser un problema porque, eventualmente, puede llevar al agotamiento de la niacina. Esto puede resultar en una mutación celular, que puede dar lugar a la formación de cáncer.
El agotamiento de la vitamina C. La vitamina C es un antioxidante que neutraliza los radicales libres. Debido al estrés mental crónico, las reservas de vitamina C del cuerpo se agotan. Sin protección contra esos radicales libres dañinos, las células se dañan y mutan en cáncer.
Debilitamiento del sistema inmunológico. Debido a todo lo mencionado anteriormente, llegará el momento en que su sistema inmunológico se vea comprometido. Con la defensa de su cuerpo contra las células enemigas considerablemente debilitada, no hay nada que impida que esas células cancerosas se multipliquen y se propaguen.
Fuente: Milenio