Encías sanas para mantener a raya la diabetes
Publicado el: 08 de Septiembre de 2014La asociación entre
diabetes y enfermedad periodontal es bidireccional, es decir, la diabetes
triplica el riesgo de sufrir problemas en las encías como la periodontitis y
éstas a su vez pueden afectar negativamente a la diabetes, perjudicando el
control del nivel de azúcar en sangre (glucemia). Sin embargo, esta peligrosa
relación es una de las grandes desconocidas de la población en general y de los
diabéticos, en particular.
Las enfermedades
periodontales son más frecuentes y suelen estar más avanzadas en las personas
con diabetes (tanto en aquellos que tienen una diabetes tipo 1 como la 2)
respecto a no diabéticos. Pero no solo eso: estos trastornos de las encías
progresan más rápidamente en los pacientes con diabetes y el mal control de la
glucemia en pacientes con diabetes también se asocia con un incremento
significativo del riesgo de pérdida de nivel de inserción y hueso alveolar. Y,
al revés, los problemas de las encías aumentan el riesgo de sufrir complicaciones
de asociadas a la diabetes y se triplica el riesgo de mortalidad cardiorenal
(enfermedad cardiaca y nefropatía diabética, combinadas) que los diabéticos con
encías sanas.
De hecho, ya se
considera la enfermedad periodontal como la sexta complicación de la diabetes,
después de otros problemas tan conocidos como los daños en la retina o el pie
diabético. «Mantener las encías sanas y realizar un tratamiento periodontal
lograría al mismo tiempo mejorar el control de la glucemia y tener una boca sana»,
asegura David Herrera, presidente de la Sociedad Española de Periodoncia
(SEPA).
Habitualmente,
según reconoce Alfonso José López Alba, del Hospital Universitario de Canarias
«al paciente de diabetes se le instruye en una serie de hábitos de vida saludables
(dieta equilibrada, ejercicio regular, consumo moderado de alcohol, no
fumar....) para evitar las consecuencias que acompañan a un mal control de este
trastorno metabólico». Sin embargo, como subraya. Assumpta Carrasquer,
profesora de Periodoncia en la Facultad de Odontología de la Universidad de
Valencia, «los consejos de higiene bucodental no son tenidos en cuenta como
hábitos saludables indispensables en los diabéticos».
Desde la Sociedad
Española de Diabetes (SED) se insiste en que hay una clara relación entre el
grado de hiperglucemia. El diabético tiene tres veces más posibilidades de
padecer enfermedad periodontal y la severidad de la periodontitis. Los
mecanismos que sustentan la relación entre estas dos condiciones no se conocen,
«pero involucran aspectos de funcionamiento del sistema inmunológico y la
actividad de las células de defensa de la sangre (como los neutrófilos) y la
biología de las citoquinas (que son sustancias implicadas en la inflamación)»,
apunta López Alba.
Un círculo vicioso
La relación que
existe entre la diabetes y la enfermedad periodontal está ampliamente
documentada, es bidireccional y se retroalimenta. Por un lado, la existencia de
infecciones periodontales tiene negativas consecuencias en el diabético. Como
recuerda Carrasquer, «en general, el paciente con diabetes tiene una mala
tolerancia a las infecciones, ya que éstas provocan una resistencia en el
organismo a la acción de la insulina, produciéndose alteraciones de la glucemia
que pueden llevar a situaciones graves (como el coma diabético)»; por ello,
subraya, «es muy importante evitar las infecciones de origen bucodental». Incluso, la característica pérdida de dientes
que acompaña a muchas infecciones periodontales tendrá repercusiones en la
dieta y, por lo tanto, en los hábitos alimenticios del diabético.
Y es que no sólo la
infección de las encías va a dificultar el control de la diabetes, sino también
el manejo de las complicaciones a nivel general que acompañan a la enfermedad.
Además, aclara Carrasquer, «la periodontitis severa puede representar un
importante factor de riesgo para la progresión de la diabetes».
También se sabe que
un buen tratamiento y control de la enfermedad periodontal en el diabético
facilita el control de su glucemia, disminuyendo así el riesgo de
complicaciones derivadas.
Detección precoz
Las consultas de
Odontología pueden convertirse en centros de detección precoz de la diabetes
que podría llevarse a cabo con evaluaciones periódicas y la revisión de la
salud de las encías de manera regular. Así se conseguiría mejorar la salud de
las personas que ya tienen una diabetes diagnosticada y ayudar a detectar
precozmente la enfermedad desde el sillón del dentista.
Otra forma de
evitarlo es huir del tabaco, un mal hábito que daña las encías y favorece la
diabetes. «La prevención de la periodontitis es la mejor forma de controlar la
influencia negativa que esta infección provoca en el diabético», sentencia
López Alba.
¿Por qué?
Los mecanismos que
sustentan ambas condiciones no se conocen bien, pero involucran al sistema
inmune y al proceso inflamatorio.
Exámenes periódicos
Los diabéticos
tienen un motivo más para no saltarse ninguna revisión con el dentista.
Necesitarían además un examen exhaustivo inicial. Si tienen alguna infección
debería realizarse un tratamiento urgente.
Niños con diabetes
Se recomienda un
examen bucodental anual a partir de los 6-7 años
Fuente: Salud Total